19 cosas que hacemos por mala costumbre, pero que todos queremos que desaparezcan.
Somos parte de una sociedad llena de hábitos, buenos y malos, aunque, claro, los malos se nos pegan más rápido
. Y el ocio nos llevó a pensar en cuáles son esas
acciones que nos gustaría erradicar de la sociedad para generar el bien común, tanto en la tecnología y en la imagen personal como en la educación (que se supone es la base de la sociedad).
Así que lean el listado y borren del mapa estas malas mañas.
1- Usar el celular en el cinturón
Entiende una cosa: no eres RoboCop, no tienes que llevar colgando 29
cosas alrededor de tu pantalón. Esa moda de la fundita del celular es
más vieja que Matusalén. Se ve muy mal. Si no quieres parecer un ñoño,
tira esa funda y aprende a poner tu teléfono dentro de tus pantalones.
2- Poner bastón en el volante del coche
Todos sabemos que no sirve de nada; si te van a robar lo harán con o
sin bastón. Si quieres conservarlo, quédatelo, pero como arma de
autodefensa. Podrías inventar un juego tipo golf con bastones y pelotas,
NOT! Mejor no seas ridículo e invierte en una buena alarma y un buen
seguro. Dile bye al bastón.
3- Decir “http://www” (ache, te, te, pe, dos puntos, diagonal, diagonal...)
Aclarar que una página de internet lleva esto al inicio es como
decir: “hola, soy un humano”. Todo el mundo lo sabe. Es completamente
innecesario aclarar que la dirección que darás debe tenerlo. Ahórrense
unas cuantas letras y digan el link sin tanto proceso.
4- Tener un mail Yahoo y ya...
Es muy poco profesional dar un correo de Yahoo a estas alturas de la
vida. Ya no es el año 2000, cuando las cuentas eran también de AOL o
Hotmail. Dar un @Yahoo es como formar parte de una generación obsoleta
inmersa en la antitecnología. Abran un correo en gmail o en su empresa y
aprendan a decir @elnombredesutrabajo. Se escucha mucho mejor.
5- Tatuarse letras chinas y cosas tribales
Ya no estamos en el festival Acapulco 96. Eduardo Capetillo ya no es
un galán (¿lo fue?) y Luis Miguel ya tiene prótesis dentales. Así que,
si todo eso ya es una antimoda, deben saber que esos tatuajes también.
Basta de rayarse la piel por el sólo hecho de hacerse algo. Si se van a
tatuar, háganse algo más ingenioso que una salamandra o un eclipse
solar.
6- Lavar el patio con manguera
Está de más aclarar este punto. El mundo está muriendo y el
calentamiento global cada día nos afecta más. Así que hay que ser
conscientes y dejar de desperdiciar la poca agua que nos queda. Usen una
cubeta.
7- Usar playeras con letreros gigantes
Ninguna marca les paga por usar su ropa, ¿o sí? Ser un anuncio
ambulante sólo por farolear es vergonzoso. Si quieren ser vanguardistas o
quieren involucrarse con la moda, entonces aprendan que esas playeras
ya pasaron de moda (si es que algún día lo estuvieron). Siempre será
preferible una playerita del mercado que la de un mirrrrey con 40
anuncios de Armani.
8- En el metro: primero dejen bajar y luego suban
¿Cuántos segundos de su vida pueden perder en esperar a que las demás
personas despejen el vagón?, ¿cinco? Es un pésimo hábito ser tan
maleducado para no dejar bajar a los demás en santa paz. Dejen ese
estrés, cámbienlo por respeto y permitan que haya un orden dentro del
desorden. Urgen cambios así en nuestra ciudad.
9- Aventar la nave
Con esto sucede lo mismo que en el punto anterior. Más civilidad
compadres. Aprendamos de nuestros amigos del interior de la República y
apliquemos el uno y uno.
10- Ver telenovelas
No tienen idea de cómo afecta a nuestro cerebro: por lo menos el 90%
de nuestras crisis amorosas no existirían de no ser por las telenovelas.
O al menos las veríamos distinto. Todas tratan sobre lo mismo y,
además, alimentan una industria que enajena. Cámbienle a canales más
propositivos y sin tanto drama. Bye, Juan Osorio.
11- Escribir con mayúsculas y minúsculas
Ufff, que estrés ver esas letras ridículas mezcladas con estrellas y
corazones. ¿Quién les dijo que eso se veía bien? Si su intención es ser
una princesa de Disney, háganlo, pero en el reino Mickey, no en todas
las redes sociales. No sean ridículos(as) y escriban bien.
12- Hablar con altavoz
A nadie le interesa lo que estén diciendo, faroles. Es más, es muy
molesto que usen el altavoz en plena calle. ¿Por qué lo hacen si su
celular tiene modo privado? Dejen de hacer escándalo y jubilen sus
ladrillos walkie talkie.
13- Usar el celular mientras alguien habla
¡Qué falta de respeto tan grande estar metido en el teléfono mientras
alguien te está hablando! Y, peor aún, decir “te escucho, dime”. Pongan
atención a lo que sucede en la vida real, despéguense de ese maldito
aparato y úsenlo cuando nadie les hable.
14- Mandar cadenas
Esos correos pesadilla que saturan nuestro mail deberían de estar
penados. Es muy castroso recibir mensajes tipo: “La magia ha llegado a
ti, si crees en ella reenvia este mensaje a 400 personas más”. Dejen de
enviar cosas así de ñoñas, por favor, se los suplicamos.
15- Hablar con la papa en la boca
Si son personas respetables y con “cierta posición”, ¿cuál es la
necesidad de demostrarlo con ese tono ridículo? Esa moda de hablar como
si tuvieran un disfunción en el músculo de la lengua es más ridículo que
cualquier punto de esta nota. Lo peor es que ahora les ha dado por
hablar fresa y, además, gangoso. No sean parte de la borregada y hablen
como se debe.
16- Emocionarse por el reencuentro de OV7, Timbiriche o Magneto
Cualquier monigote puede pararse enfrente de un escenario y hacerse
llamar artista. Los reencuentros musicales son parte de ese antitalento
que genera millones de pesos. Qué oso seguir pegado a esas bandas y no
superar “sus años mozos”. Lo peor es que los integrantes de esos grupos
ya están todos gordos, arrugados y sin voz. Guarden en su memoria un
buen recuerdo de ellos y consuman cosas más propositivas. Bye el “pata
pata”.
17- Abusar de tus redes sociales
A nadie nos interesa si tienen frío, calor o están a temperatura
media. Tampoco nos interesa ver en Instagram una foto de una pared, ni
una foto de la quesadilla que se están comiendo, del jabón con el que se
van a bañar... No abusen del Facebook linkeándolo a Foursquare y a
Twitter. Aprendan a separar y jubilen el uso excesivo de todo esto.
18- Poner nombres exóticos con apellidos comunes
Ya no le arruinen la vida a sus hijos con nombres como Stephany
Margarita Pérez, Jonathan Yair López, Lindsay Scarlet Morales. ¡Ya ni la
amuelan con esas mezclas! Es momento de erradicar ese malinchismo y
empezar a usar nombres comunes. No caigan en la gringada, por el amor de
dios.
19- Complejo de todólogo
Es un pésimo hábito ser de las personas que creen saber todo sobre
todo. Aja, hablamos del típico amigo al que le cuentas cualquier cosa y
el te contesta: “¿ah sí?, pues yo tengo cuatro”. Con ganas de decirles
que estamos platicando tranquilo y que no son competencias. Dejen de
presumir; si saben todo sobre un tema den pausas, en una charla. No se
trata de demostrar quién tiene más que quién. Parecen monólogo, ¡qué
flojera!
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