domingo, 9 de septiembre de 2012

El 50% de los mexicanos padece algún grado de inseguridad alimentaria


La mitad de los hogares mexicanos sufre algún grado de inseguridad alimentaria; es decir, no tiene acceso a una calidad y cantidad satisfactoria de alimentos para gozar de una vida sana y productiva, aseguró Rafael Pérez Escamilla, director de la oficina de salud comunitaria de la Escuela de Salud Pública de Yale, en Estados Unidos. Cerca de siete por ciento de la población mexicana sufre de inseguridad alimentaria severa la cual está muy ligada a la pobreza extrema; es urgente que se atienda a este grupo poblacional, agregó Pérez Escamilla. Entrevistado luego de ofrecer la conferencia magistral La seguridad alimentaria, un reto para el futuro, en la Universidad Iberoamericana, con motivo del 40 aniversario de la carrera de nutrición, dijo que durante el presente sexenio no se avanzó mucho en la materia, por lo que la próxima administración tendrá que aplicar nuevas políticas destinadas a este sector de la población. Si hay suficiente crecimiento económico en el país, se distribuye la riqueza con más equidad y van a poder acceder a la seguridad alimentaria muchos hogares que ahora carecen de ella. Esto está ligado a una coordinación intersectorial fuerte, que incluya por supuesto al sector privado, pero que sea dirigida por el gobierno. Ante la escalada de precios de comestibles, el especialista en lactancia materna y nutrición, aseguró que cada vez más personas comen alimentos baratos y altísimos en calorías, pues en lugar de frijoles, prefieren pastas y sopas instantáneas que contiene muy bajo valor nutricional.

Están consumiendo comida chatarra. Recordemos que México tiene uno de los consumos de refresco más altos del mundo; es un problema muy serio de salud pública que se tiene que considerar en la agenda gubernamental. Setenta por ciento de las mujeres mexicanas tiene sobrepeso y entre los niños hay una de las tasas de obesidad más altas a escala global, y este problema está cada vez más concentrado entre las clases más pobres, dijo Pérez Escamilla.
Insistió en que el gobierno federal entrante tiene que aplicar políticas sociales y tener cuidado respecto de la especulación en los precios de los alimentos y comprender mejor cómo se puede conseguir que los de frutas, verduras, huevo, leche, tortilla, pan, pescado, pollo y carne sean más accesibles para la población.

De lo contrario, añadió, “vamos a seguir con estas misma tendencia, que es de alto riesgo, de inflación alimentaria muy alta al tiempo que los salarios mínimos se estancan o que incluso por desempleo, en general, los ingresos bajan en el país.
México tiene personas sumamente preparadas en las secretarías, en el gobierno, en el sector privado. Tenemos el capital humano para poder alcanzar una solución, pero este problema complejo, por supuesto, debe incluir la voz de la sociedad civil y sobre todo la de las comunidades afectadas por la inseguridad alimentaria del país, principalmente las indígenas de Oaxaca, Guerrero y la Sierra Tarahumara.

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