La velocidad de las conexiones de internet en México es de las más bajas a nivel mundial, pero este servicio se oferta como de gran rapidez, y las autoridades regulatorias no realizan mediciones en campo a los proveedores para garantizar que cumplan con el nivel de calidad comprometido, afirmaron especialistas.
“La percepción de muchos usuarios es que las velocidades que contratan no son las que reciben en todos los casos. No hay vigilancia de la Cofetel del cumplimiento de nivel de prestación del servicio, quizá se revisa en papelito, pero no hay una metodología de verificación real ni equipos para determinar si lo que se contrata es lo que se recibe”, dijo Irene Levy, presidenta de Observatel.
Algunos reguladores, como OFCOM del Reino Unido, el Instituto Nacional de Telecomunicaciones de Túnez, e IDA de Singapur han establecido programas con el objetivo de monitorear las velocidades reales que reciben los consumidores de sus proveedores de banda ancha, dijo José Otero, presidente de Signals Telecom Consulting.
La intención, más que sancionar a los operadores que no cumplen con la entrega de las velocidades mínimas prometidas en su oferta, es difundir la información para que los usuarios tomen la mejor decisión al momento de seleccionar su proveedor.
Consultada al respecto, la Cofetel dijo que hace mediciones aleatorias y con encuestas a suscriptores del servicio, pero será hasta 2012 cuando se comprará equipo especializado para hacer pruebas técnicas exactas.
Un sondeo en línea arrojó que 40% de los participantes considera que el servicio de banda ancha que recibe es “regular”, 39.60% dijo que es lento, 16.11% señaló que es pésimo, y sólo 4.03 % lo calificó como veloz.
La mayoría de los usuarios que votaron, 62.42%, indicó no estar satisfecho con lo que paga mensualmente por el servicio de internet que contrató porque considera que es muy caro, en tanto que 34.23% dijo estar medianamente satisfecho y 3.36% manifestó su total descontento.
Gerardo González Abarca, consultor especialista en telecomunicaciones y ex comisionado de la Cofetel, dijo que los usuarios nunca ven las letras chiquitas de los contratos en los que se estipula que se ofrecerá “hasta” cierta velocidad, es decir, la que se pueda.
Explicó que a través de una misma “tubería” se provee el servicio a distintos usuarios, lo que se llama sobresuscripción, por lo que si hay muchos clientes en dicho enlace la velocidad de navegación será menor.
Los contratos entre el proveedor y el cliente se deben registrar ante la Cofetel y la Profeco y estos tendrían que establecer el ancho de banda que se contrata, qué porcentaje de uso garantiza esa velocidad y cuál es el nivel de sobre suscripción, sugirió González Abarca.
De acuerdo con Otero, la velocidad en los accesos de banda ancha está determinada por el tipo de infraestructura y número de usuarios conectados simultáneamente, e incluso por posibles fallas en enlaces globales, las cuales pueden causar demora en las descargas de páginas hospedadas en el exterior lo que puede ser interpretado por el usuario como un problema de su operador cuando realmente es algo externo.
El caso más reciente se dio la semana pasada con gran parte del acceso a internet de Bolivia, el cual fue afectado por una falla en un enlace internacional localizado en Chile.
Difícil quejarse
Las quejas por el incumplimiento en la calidad del servicio son difíciles de sustentar, pues los operadores argumentan que sus contratos dicen “hasta” cierta velocidad.
Hay medidores de velocidad de internet como los usados por los proveedores y otros que se descargan en línea, pero los resultados difieren, pues no hay un estándar en dicha medición, explicó González Abarca.
En sus medidores, Telmex realiza la descarga de un archivo de 500 Kb desde el servidor de Infinitum hasta la computadora del usuario y se calcula el tiempo que tarda hasta completar la descarga, luego se aplica una fórmula para determinar la velocidad de conexión a internet en ese momento.
Explica que cuando un usuario hace una petición de una página web, tanto la solicitud como su respuesta viajan por la red dando brincos entre varios enlaces, hasta encontrar la ruta menos saturada, lo cual se produce en milésimas de segundo, por lo que el resultado se altera conforme al tráfico que existe en ese preciso momento.
"No hay una metodología de verificación real ni equipos para determinar si lo que se contrata (en velocidad de internet) es lo que se recibe." Irene Levy, presidenta de Observatel.
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