El diario francés Le Monde
dedica hoy una nota y su editorial principal a la guerra contra las
drogas que emprendió el Presidente Felipe Calderón. Llama a México “el
país más mortifero del mundo”. El influyente rotativo usa datos
ofrecidos recientemente por el Instituto Nacional de Estadísticas y
Geografía (INEGI), con los que estima que para cuando termine el sexenio
de Felipe Calderón podría haber cerca de 120 mil muertes: es decir, más
del doble de la cifra que el Ejecutivo federal ha dado a conocer.
“Es una
verdadera hecatombe que constituye, y por mucho, el conflicto más
mortífero de los últimos años en el planeta”, señala el diario.
Apenas el 20 de agosto, el INEGI informó que los homicidios en México casi se triplican con Calderón;
en 2006 fueron 10,452; para 2011 sumaron 27,199. El organismo expuso
que la proporción de homicidios durante el año pasado fue de 24 por cada
100 mil habitantes, dato que se compara con los 23 por cada 100 mil
habitantes en 2010.
La espiral de
violencia es, para el diario, provocada por el fracaso de la guerra
contra contra el narcotráfico y el ajuste de cuentas entre los cárteles
criminales, “que no perdona a nadie, ni a los periodistas y a alcaldes
víctimas de chantaje y soborno”.
Le Monde hace
referencia al cambio de gobierno para el próximo sexenio y expresa sus
dudas sobre la capacidad de Enrique Peña Nieto para mejorar lo que
considera un mal endémico.
Peña Nieto no ha sido confirmado como ganador de la elección por el Tribunal Electoral de la Federación.
“El mal es hoy
tan profundo que no es seguro que la elección del señor Peña Nieto
cambie algo: significa el regreso del Partido Revolucionario
Institucional (PRI), que dominó la vida política del país durante
décadas con un trasfondo de corrupción y complacencia hacia los
narcotraficantes”, dice el diario francés.
El rotativo señala que el conflicto en México va más de los límites del país.
“El desafío
alcanza también a Estados Unidos y Europa, por el consumo de narcóticos
y las ventas de armas que alimenta directamente la violencia en México.
Esto no es un desafío exótico, sino global, que no puede permanecer
indiferente”, dice.
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