El líder del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, ha
rechazado el resultado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación (TEPJP), que ha declarado como válido el dictamen de las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo el pasado 1 de julio, que dieron como ganador a Enrique Peña Nieto.
López
Obrador, en una alocución televisiva y recogida por TeleSur, ha
afirmado que no reconocerá un «poder ilegítimo surgido de la compra del
voto, surgido de otras violaciones graves».
Ha dejado claro que
«actuar de otra manera sería traicionar a millones de mexicanos que
luchan contra la farsa y a favor de un cambio en el país».
«La
desobediencia civil es un honroso deber cuando se aplica contra los
ladrones de la esperanza y de la felicidad del pueblo», ha enfatizado.
Al
mismo tiempo, ha convocado a todos sus seguidores para reunirse
pacíficamente el próximo 9 de setiembre en el Zócalo capitalino para
definir cuál será el próximo paso.
Ha resaltado que «el destino
de México no tiene precio» y que «no daremos ninguna tregua ni
concederemos la más mínima ventaja, por eso, aunque nos sigan atacando,
acusándonos de malos perdedores, de locos, mesiánicos, necios, enfermos
de poder y otras lindezas, preferimos esos insultos que convalidar o
formar parte de un régimen».
El TEPJF ha rechazado, por
unanimidad, la impugnación presentada por la coalición del Movimiento
Progresista para invalidar los comicios presidenciales.
El
tribunal ha afirmado que las pruebas presentadas por el Movimiento
Progresista para la invalidación de los resultados de las elecciones
«son infundadas y carecen de elementos suficientes para comprobar que
hubo compra o coacción de votos a favor del candidato del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), Peña Nieto».
Las denuncias
desestimadas por el tribunal han sido la «adquisición encubierta de
propaganda en radio y televisión, uso propagandístico de las encuestas,
financiamiento encubierto para la campaña, gastos excesivos en la
campaña, y propaganda e intervención de los gobiernos federales y
estatales».
«En relación al supuesto financiamiento encubierto,
paralelo, de origen desconocido o de procedencia ilícita, aunque sí se
reconoce la distribución de tarjetas como la de Monex el proyecto señala
que no hay pruebas de que el PRI las utilizó para fines ilícitos», ha
acotado el ente electoral.
Del mismo modo, ha declarado que «no es posible evidenciar un manejo irregular».
La coalición de izquierda que presentó la impugnación está integrada por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano.
El
candidato de esta coalición, López Obrador, perdió las elecciones del
pasado mes de julio, luego que el escrutinio oficial diera como ganador a
Peña Nieto con el 38,21% de los votos, frente al 31,59% alcanzado por
el aspirante de izquierda.
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