En el esperpento del sistema político mexicano uno piensa haberlo visto todo, pero nuestra democracia simulada siempre nos sorprende. Esta vez, corresponde al
nuevo PRI mostrarnos la cara más mafiosa y grotesca de sus políticos de la “nueva generación”.
El candidato a la presidencia Enrique Peña Nieto, al que los dueños de
México intentan imponer a base de la compra millonaria y masiva de
votos, siempre dijo que el PRI que representaba era diferente al del
pasado: “No hay regreso al pasado. Mi gobierno tendrá puesta su visión
en el futuro”.
Obviamente EPN ha faltado a la verdad, le ha mentido nuevamente a los
mexicanos. Ni el PRI que él representa es nuevo, ni la gente que lo
rodea se son la “nueva generación”.
Hemos retornado 70 años. Y allí están Emilio Gamboa Patrón el gran
operador en la sombra de los grandes intereses del dinero y Manlio Fabio
Beltrones Rivera , mejor conocido como Don Beltrone por sus nexos
controvertidos con lo más selecto del ámbito nacional e internacional.
Ambos son los padrinos del mafioso sistema político mexicano, incluso
más allá del PRI. Tienen a sus pies al Verde Ecologista y a Nueva
Alianza para formar mayoría en ambas cámaras.
Analicemos los perfiles de ambos: il Padrino Gamboa es lo más siniestro
del priísmo. Su poder está por encima de grupos y es el nuevo
coordinador de la bancada en el Senado de la República.
Una mala noticia
para México, para la democracia y las libertades.
El señor Gamboa tampoco es “nuevo” por edad. Tiene 62 años, aunque su
cara luzca más joven a base de liftings y estiramientos. Educado,
discreto, obedece a intereses de lo más oscuro.
Su conversación con el rey de la mezclilla Kamel Nacif, cuestionado por
pertenecer a la red de pederastia y explotación sexual comercial
investigada por Lydia Cacho, quedo en los anales de la historia, pero
vale la pena recordar como se pone de rodillas, el actual coordinador de
la bancada priista en el Senado, ante este ilustre empresario textil:
Emilio Gamboa:
Papito, ¿dónde andas,cabrón?
Kamel Nacif:
Pos aquí estoy en el pinche pueblo de los demonios, papá.
Emilio Gamboa:
Pero. ¿dónde andas, mi rey?, porque hablo todo el día bien de ti pero te
pierdes, hijo de la chingada.
Kamel Nacif:
Pues ando chingándole, no queda de otra.
Emilio Gamboa:
¿Pero vas bien?
Kamel Nacif:
Mira, mientras estoy vivo me va bien.
Emilio Gamboa:
No, no, no, pero estás bien, ¿no?
Kamel Nacif:
Así es mi rey.
Emilio Gamboa:
Bueno, cuídateme mucho y nos vemos pronto cabrón.
Kamel Nacif:
¿Y cómo estás tú, senador?
Emilio Gamboa:
Uy, a toda madre. Aquí echando una comida aquí con unos senadores y si
te cuento.
Kamel Nacif:
¿De dónde?
Emilio Gamboa:
Vamos a sacar la reforma del Hipódromo cabrón, ya no del juego. del
Hipódromo.
Kamel Nacif:
¿Para qué?
Emilio Gamboa:
Para hacer juego allí, cabrón.
Kamel Nacif:
¿Cómo?… (Pausa) ¿Bueno?
Emilio Gamboa:
¿Cómo lo ves?
Kamel Nacif:
No, no la chingues.
Emilio Gamboa:
Entonces lo que tú digas, cabrón, por allí vamos, cabrón.
Kamel Nacif:
Dale pa´ atrás, papá.
Emilio Gamboa:
Pos entonces va´ pa atrás, esa chingadera no pasa en el Senado.
Kamel Nacif:
A güevo.
Emilio Gamboa:
Ok.
Kamel Nacif:
Pos a güevo.
Emilio Gamboa:
Te mando mi cariño.
Después de leer la transcripción de esta conversación entre mafiosos,
resulta verdaderamente escandaloso y hasta vergonzoso que EPN le otorgue
a este señor todo el poder. Patético. Y más ruin resulta tener al
frente del Senado, a un hombre mencionado por una víctima infantil de
pederastia en Cancún, según revela la periodista Lydia Cacho en su libro
“Los Demonios del Edén”.
Al Congreso de los Diputados tampoco le irá mejor. Manlio Fabio
Beltrones conocido mejor como il padrino Beltrone tiene un largo
historial oscuro. Desde su paso por la Secretaría de Gobernación durante
las décadas de los 80 y 90; hasta su cuestionado proceder en temas del
crimen organizado.
Es necesario mencionar el reporte de inteligencia de la Drug Enforcement
Agency que le acusa de proteger al narcotraficante Amado Carrillo
Fuentes, el Señor de los Cielos cuando fue gobernador de Sonora.
El caso fue desvelado por los reporteros del The New York Times, Sam
Dillon y Craig Pyes en 1997.
Beltrones, “gran defensor” de la libertad
de expresión, los acusó de difamación, pero ambos periodistas ganaron el
Premio Pulitzer por su historia.
La presunta participación de Don Beltrone en actividades ilícitas nunca
fue investigada por las autoridades mexicanas. Ernesto Zedillo fue
alertado sobre esto, pero hizo caso omiso. La impunidad, ese mal
endémico de México, fue otra vez la constante.
Don Gamboa y Don Beltrone se parecen. Ambos llevan 30 años viviendo de
la ubre del Estado. Han ostentado todo tipo de puestos en las últimas
administraciones.
Sus respectivas familias tienen vidas en la riqueza de
manera ostentosa. Son asiduos a las revistas del corazón como el
semanario de la socialité mexicana e internacional “Hola”. Es común ver
reportajes sobre la hija, el yerno y la esposa de Mario Flavio. Les
encanta exhibir su prospero tren de vida con lujosas casas, viajes,
ropa, coches, eventos…. Una vergüenza para el país de 70 millones de
pobres que padece precisamente las traiciones de sus políticos.
Don Gamboa y Don Beltrone también se parecen en otra cosa. Ambos tienen
una leyenda negra que los persigue. Ambos quieren ser presidentes. Ambos
son esclavos del poder y sus prebendas. Ambos aparentan ser refinados y
exquisitos, pero son siniestros y perversos. Han llegado allí para
seguir manejando y sosteniendo a base de “arreglos” los hilos más
oscuros del sistema político mexicano.
La buena noticia de su ascenso, es que la podredumbre del PRI se exhibe
con mayor nitidez cada día. La mala, es que su entronización hunde más a
México
sinembargo.mx
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