viernes, 2 de noviembre de 2012

México, el país de los muertos

México es extraoficialmente el país de los muertos. Tenemos más muertos que en un país en guerra. Tenemos más víctimas de un sistema de gobierno que cualquier otra patria que se jacte de ser nación en la tierra. Lo acepte o no, directa o indirectamente, los muertitos con que el país cuenta a la fecha, de la manera más conservadora son gracias a las decisiones que un gobierno ha logrado frente a una realidad de violencia abrumadora, a la que inocentemente, también respondió con más violencia.

Y es que ningún país en guerra actualmente puede superar el número de víctimas que ha causado la guerra que inició quien todos sabemos hace seis años, y que ahora se marcha, seguramente fuera del país, pues tiene harta cola que le pisen y para eso no hace falta ser genio y darse cuenta.
Esta cultura, acostumbrada a convivir con los muertos, nunca antes ha hecho mejor honor a su tradición como ahora que las calaveras sobran y los cementerios se quedan cortos, pues según los cálculos más modestos en cuanto a fosas comunes se refieren, más de 24 mil fallecidos en este sexenio han ido a parar lejos del campo santo, sino a fosas comunes.

Si la justicia ha existido algún día en este país de los lamentos y esperanzas, ¿será posible que se haga la mínima justicia al responsable directo o indirecto de este baño de halloween en el que nos volvimos como pueblo? La respuesta que tienes en mente, señor lector, es la misma que yo me resuelvo al preguntarme esto mismo: No, no será juzgado ni habrá la mínima responsabilidad de lo ocurrido al presidente que inició la guerra queriendo validarse ante la nación. Por el contrario, se ha hecho acreedor como todo presidente que pase por Los Pinos, a una pensión vitalicia que ya quisiera el más rico de los ricos en este país inocente de justicia cual 28 de diciembre con las bromas más macabras que nunca pensamos que pudieran ocurrir. Y si no me creen, pregúntenle al presidente.

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