Investigadores alemanes llegan a la conclusión de que un mayor consumo de agua incrementa significativamente el gasto calórico del metabolismo
La mayoría de las dietas recomiendan beber mucha agua, unos dos litros diarios, pero hasta ahora no se había demostrado que, aparte de un efecto depurativo, ello tuviese algún resultado sobre la reducción de peso. La investigación se realizó sobre 14 personas de peso normal, la mitad hombres y la mitad mujeres, que bebieron el agua bajo estricta observación científica.
A los 10 minutos de beber medio litro de agua, los índices
metabólicos de los sujetos estudiados, tanto en los
hombres como en las mujeres, reflejaron un aumento de la quema
de calorías que alcanzó un nivel máximo
del 30% a los 30-40 minutos, comenzando luego a descender
hasta alcanzar su nivel normal al cabo de varias horas.
Según el equipo dirigido por Michael Boschmann, del
centro de investigación clínica Franz-Volhard
de Berlín, este efecto, aunque real, no deja de ser
modesto, por lo que el aumento de consumo de agua sólo
debe ser considerado como un factor coadyuvante más
en el marco de un plan de adelgazamiento serio. Los investigadores
estiman que una persona que aumentase su consumo de agua en
1,5 litros diarios (incremento éste muy elevado), al
cabo de un año habría quemado unas 17.400 Kilocalorías
suplementarias, lo que supondría una pérdida
de peso de 2 kilos aproximadamente. Esto es: aumentar el consumo
de agua en 6 vasos supone quemar 48 Kcal más.
Este
estudio descarta la creencia ampliamente arraigada entre personas
a régimen, de que beber mucha agua adelgaza porque
elimina grasas del organismo.
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